Livia no necesitaba ropa ajustada para llamar la atención: en ella, una simple bata de seda se convertía en un acto de seducción. Bajo la tela, su cuerpo curvilíneo insinuaba peligrosas tentaciones; una cintura estrecha que se perdía entre caderas llenas y senos firmes que se movían con la misma libertad que su deseo.

Livia didn’t need tight clothes to draw attention; on her, a simple silk robe became an act of seduction. Beneath the fabric, her curvaceous body hinted at dangerous temptations—a narrow waist that disappeared into full hips and firm breasts that moved with the same freedom as her desire.